El azul es el color del cielo y del mar, por lo que se suele asociar con la estabilidad y la profundidad.
Representa la lealtad, la confianza, la sabiduría, la inteligencia, la fe, la verdad y el cielo eterno.
El azul es un color frío, por lo que genera frescura y mayor tamaño a las habitaciones. Al decorar con tonalidades azules deben utilizarse siempre combinadas con otros colores, especialmente el blanco.
Por otra parte, y como todos los colores, el azul genera sensaciones en el ambiente donde sea utilizado. Pintado las paredes en estos tonos, se crea un espacio calmado, que incentiva a la concentración y motiva a la tranquilidad.
Encontramos distintas tonalidades con nombres populares según el brillo o contraste de este color, azul francia, azul navy, cobalto o marino son algunas de ellas.
En exteriores las tonalidades azules recomendadas son las más agrisadas, verdosas o suaves. De lo contrario pueden resultar desequilibradas con el entorno, de la misma manera que en los interiores el blanco es el mejor color para combinarlas, también gris, beige y amarillo suave.
El azul combina perfectamente con el blanco, también el beige, gris, los tonos de la madera, e inclusive con tonos verdes y violetas. Es recomendado elijar tonalidades que se adecuen a la cantidad de luz de la habitación, las dimensiones, y por supuesto, a tus gustos.
Fuente: Pinto Mi Casa / Fotos: ALBA